El clásico más importante del fútbol peruano es el partido que disputan Alianza Lima y Universitario de Deportes. Este duelo es también conocido como clásico de los clásicos o Superclásico. Desde el primer clásico, disputado el 23 de septiembre de 1928, hasta la actualidad, estos dos equipos han sido rivales. Algunos de estos partidos han terminado con muchos expulsados y broncas descomunales, como el primer clásico. Por ésta y otra razones, estos dos equipos son protagonistas insustituibles de la rivalidad más encarnizada del fútbol peruano.
"Clásico de los Bastonazos"
Un domingo 23 de septiembre de 1928, se enfrentarían los clásicos rivales por primera vez. Aquel primer clásico fue ganado por 1-0 por el equipo de la Federación Universitaria (que luego se llamaría Universitario de Deportes), con gol del habilidoso volante Pacheco a los 7 minutos del primer tiempo. Los jugadores de ambos equipos se enfrascaron en una violenta gresca desatada después de constantes acciones bruscas. El partido tuvo que ser suspendido por el árbitro uruguayo Julio Borelli nueve minutos antes de cumplirse el tiempo reglamentario, ya que los aliancistas se habían quedado con seis jugadores tras las expulsiones de Miguel Rostaing, Juan Rostaing, Julio Quintana, Alejandro Villanueva, Alberto Soria, luego de que reclamaran de forma airada el cobro de un penal a favor de la Federación Universitaria. Pero allí no quedó el asunto, la gresca se trasladó a las tribunas del viejo Estadio Nacional, donde el jugador aliancista Filomeno García por su juego excesivamente brusco es el más increpado desde la tribuna por un grupo de universitarios simpatizantes del equipo estudiantil -en su mayoría jóvenes de la alta sociedad limeña- hicieron que este reaccionase, generándose una gresca. Cuando los aliancistas fueron en defensa de su compañero, los aficionados rivales les lanzaron bastones. La imprudencia y temeridad de los jugadores aliancistas hizo que para contrarrestar la protesta del público, se treparan a las tribunas. El público los repelió a puñadas y el escándalo cobro mayor intensidad. La discusión creció tanto que el público se arremolinó provocando la intervención de la policía. Como anécdota entre los jugadores aliancistas el único que se salvó de la crítica de la prensa es Montellanos, a quien consideran caballeroso y pulcro. Así acabó el clásico. Con los universitarios festejando por las calles de Lima el triunfo de 1-0 y los jugadores de Alianza sancionados por el escándalo. Es así como aquel primer partido entre aliancistas y universitarios, fue bautizado como el "Clásico de los Bastonazos".[1
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